domingo, 27 de noviembre de 2011

Recuerdo ese momento del verano como si fuera ayer

Todavía recuerdo cuando estábamos solos en el coche, por primera vez. Entre miradas junto con temblores por los nervios y la inquietud de no saber que hacer. Solo bastó mirarte a la cara y sonreír, para saber que se había hecho mi sueño realidad. La timidez te atacó, pero no tardé en poner mi mano sobre la tuya, intentando darte la mano. Hasta que tú, me enseñastes que los espacios que hay entre nuestros dedos, son para tener nuestras manos juntas, sin necesidad de decir una palabra, sin necesidad de remorderte los nervios. Solo bastó con un gesto de amor para decir que era la chica más feliz del mundo, y que te amaba con locura.

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